Las sociedades norteuropeas llevan décadas de ventaja al resto del mundo en materia de igualdad de género, pero ni siquiera allí las mujeres lo han tenido fácil para destacar sobre sus compañeros masculinos en ningún aspecto, tampoco en el terreno del Arte. Entre todas las que lo han conseguido destacamos cinco nombres. Compositoras, pintoras, escritoras y cineastas, claves en la cultura nórdica contemporánea.
En 2002, solo el 7% de los sillones en los Consejos de Administración de las grandes empresas noruegas estaba ocupado por mujeres. 10 años después la cifra ascendía al 44%. Es el resultado de una ley de cuotas que el gobierno del país escandinavo aprobó, no sin polémica en su momento, para impulsar la igualdad de género en el terreno empresarial. Y algo similar ha ocurrido en Islandia. De cara al resto del planeta, los países nórdicos son los más avanzados en materia social, pero lo cierto es que ni allí la mujer ha tenido facilidades para destacar en cualquier ámbito a lo largo de la Historia contemporánea.
Tampoco en el terreno del Arte: Munch, Bergman, Andersen, Sibelius… Todos fueron genios, pero no los únicos. De hecho, en una reciente entrevista con motivo de la publicación de su último disco, Björk (¿a alguien le queda dudas de la genialidad de la islandesa?) aseguró que siempre le resulta muy difícil que la opinión pública sepa que ella no solo es la voz de sus canciones, sino también la autora y la productora de los mismos; que los hombres a los que se atribuye la producción o la originalidad de sus temas simplemente han sido colaboradores. El legado de grandes mujeres artistas resulta fundamental para entender la cultura nórdica actual; mujeres que, a pesar de haber tenido menos oportunidades para dar a conocer su obra, se han hecho un hueco en el mundo artístico boreal. Esta es solo una pequeña parte de ellas:
Bjørg Vik (1935-)
Nacida en Oslo en el seno de una familia de clase media, esta narradora especializada en el relato corto es uno de los nombres más ilustres de la Literatura noruega del siglo XX. Se dio a conocer en 1963 con la publicación de su primer libro de cuentos, ‘Søndag ettermiddag’ al que le siguieron más de una veintena, muchos de ellos premiados por la crítica. Abanderada del movimiento feminista noruego, ha destacado también como autora de guiones teatrales: su obra de 1974 ‘To akter for fem kvinner’ es una de las más representadas en Escandinavia, e incluso ha tenido dos versiones en el Off-Broadway neoyorquino. Los personajes protagonistas de Vik son, casi siempre, mujeres y su experiencia con el amor, su libertad, sus relaciones con los hijos y el trabajo. Si quieres leer algo suyo en español, la editorial Nórdica Libros acaba de reeditar un volumen titulado ‘Mujeres de los fiordos‘ que recoge cuentos de las mejores narradoras noruegas contemporáneas.
Vera Nilsson (1888-1979)
Estudió en la Escuela Técnica de Estocolmo a comienzos del siglo XX, en pleno apogeo post-impresionista previo a las vanguardias. Vera Nilsson es uno de los máximos exponentes del expresionismo nórdico, a pesar de que en vida apenas pudo mostrar su obra en solitario; únicamente lo hizo como parte de exhibiciones colectivas. Sus lienzos reflejan paisajes y retratos (muchos de ellos infantiles) con trazos que pintan estados de ánimo que van del amor a la compasión. Sin embargo, no es su faceta de pintora de lienzos la que más nos ha llamado la atención. Vera Nilsson, junto con la también artista Siri Derkert, fue la impulsora de la galería de Arte más larga del mundo: el metro de Estocolmo. Con la primera línea recién inaugurada en 1950, Nilsson tuvo la idea de convertir las estaciones del suburbano en un museo. En 1955 escribió una carta al alcalde de la ciudad, Hjalman Mehr, en la que le invitaba a «llevar el Arte bajo tierra. ¡Catedrales bajo el suelo! Cada estación será como un castillo de cuento de hadas». Hoy en día, los 110 kilómetros del metro son uno de los principales atractivos turísticos de la capital de Suecia. La propia Vera Nilsson dejó su impronta pintando la principal parada del subterráneo, la T-Centralen.

Bodil Ipsen (1889-1964)
Primero fue reconocida como una carismática actriz, con infinidad de papeles protagonistas en el teatro, las radionovelas y el cine mudo. Sin embargo, por lo que más destacó es por haberse lanzado a un terreno hasta entonces vetado a las mujeres: la dirección cinematográfica. En 1942 la ópera prima de Ipsen tras las cámaras, ‘Afsporet’, fue la primera película danesa de género negro. En la década siguiente dirigió otras 9 cintas, 2 de ellas codirigidas con Lau Lauritzen Jr., con quien ganó la Palma de Oro de Cannes en 1946 gracias al drama ‘De røde enge’. Otros dos filmes suyos, en 1950 y 1952, merecieron el reconocimiento como Mejor Película en los premios otorgados por la Asociación de Críticos Cinematográficos de Dinamarca. Y no es casualidad que estos galardones, que se entregan desde 1948 y son equivalentes a los Oscar, los Goya o los César, se llamen Bodil. El nombre les fue dado por el trabajo y el carisma de Bodil Ipsen y la famosa actriz Bodil Kjer. La Ipsen volvió a llevarse su estatuilla homónima en 1961, pero en aquella ocasión como Mejor Actriz Protagonista. Las realizadoras danesas siempre han estado a la cabeza del cine nórdico. Te recordamos que la primera cineasta del mundo en ser nominada a un Oscar a la Mejor Película Extranjera era de Dinamarca. Y la última en ganarlo (2013) también.
Tove Jansson (1914-2001)
De padres artistas y emparejada de por vida con la diseñadora gráfica Tuulikki Pietilä, Tove Jansson fue una genio multidisciplinar: novelista, dramaturga, pintora e ilustradora (es también nuestra foto de portada). Todas esas capacidades cristalizaron en lo que finalmente le dio fama mundial a partir de los años 50: una serie de 8 novelas infantiles protagonizadas por trolls tan mágicos como entrañables, los Moomin, que acabaron dando el salto a la pequeña pantalla e incluso al cine. Los Moomin son ya un símbolo nacional en Finlandia, y hasta cuentan con un parque de atracciones inspirado en sus historias y en la imagen que de ellos creó Tove Jansson. Hoy en día, los libros infantiles de la polifacética artista han sido traducidos a 45 idiomas, convirtiéndose en las obras literarias finlandesas más internacionales tras el Kalevala y las novelas de Mika Waltari. Más allá de estos tiernos trolls, amantes de la paz, la naturaleza y la diversidad, la autora fue una reconocida dibujante de tiras satíricas en la prensa de entre guerras y a partir de los años 80 se la acabó considerando uno de los más grandes ejemplos de la cultura de su país. Si en esta lista echas de menos a escritoras suecas de Literatura infantil y juvenil igualmente conocidas, como Astrid Lindgren, Selma Lagerlöf o Maria Gripe, puedes leer este otro artículo.
Anna Thorvaldsdóttir (1977- )
En la industria musical nórdica, la más importante del mundo tras la anglosajona, destacan infinidad de voces y autoras femeninas. Sin embargo, hay un terreno que hasta ahora parecía exclusivo de los hombres: el de la composición de música clásica y contemporánea. Coto artístico masculino hasta que apareció la islandesa Anna Thorvaldsdóttir, que se ha convertido en todo un referente en lo que respecta a la música sinfónica instrumental y experimental. En 2012 recibió el prestigioso Nordic Council Music Prize por su obra ‘Dreaming’. El jurado destacó que con esta pieza Thorvaldsdóttir «merece incluir su nombre en la tradición nórdica orquestal, que proviene tanto de la experimentación electrónica como de la música folklórica». Y escuchar ‘Dreaming’ nos parece una buena forma de terminar este artículo, invitándote a soñar el universo con nombre de mujer:
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