La octava edición del conocido festival multidisciplinar de cultura nórdica llega una vez más a España en septiembre y octubre. Lo hace con su mayor objetivo cumplido: pasar de ser un festival a una plataforma de artistas nórdicos y latinos que interactúan en lugares tan lejanos como Dinamarca y Argentina. (Foto: Días Nórdicos)
La llegada del otoño boreal implica el comienzo en España de Días Nórdicos, el festival que durante dos meses, y desde hace ocho años, ofrece lo más rabiosamente actual de los países del Norte de Europa a través de conciertos, ciclos de cine, exposiciones y mucho más. Si te da pereza leer este reportaje y prefieres escuchar o quieres completarlo con sonidos, aquí tienes nuestro último programa de radio, que hemos dedicado a Días Nórdicos:
«Esta edición es un desafío»
Para bien o para mal, hoy en día no eres nadie sin una ‘marca’ propia, sin algo que te defina o te diferencie de los demás; un distintivo de calidad. Días Nórdicos tiene esa marca desde que comenzó su andadura en 2010. Una marca que sus creadores han sabido pulir e incluso hacer que crezca, a pesar de las dificultades y de un modesto presupuesto. «Esta edición es un desafío», nos cuenta Rubén Scaramuzzino, director de Días Nórdicos. En 2017 el festival cumple 8 ediciones, y parece que vamos a tener Días Nórdicos para rato: «Siempre peco de optimista. Cuando empezamos imaginé que el festival podía durar mucho tiempo. Lo que sí me sorprendió es el interés que ha despertado la idea de Días Nórdicos allá hasta donde hemos llegado, primero en Madrid (2010), luego en Barcelona y después al desembarcar en América (2014). Cuando hay algo interesante que ofrecer, la gente acaba respondiendo. El problema es saber comunicarlo y que los medios lo difundan.»
El octavo Días Nórdicos ha llegado, cómo no, repleto de música, con un concierto mágico que se celebró en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid y que se pudo seguir vía streaming. Las protagonistas, la danesa-islandesa Kajsa Vala y el dúo folk sueco Castlewoods.
«La música siempre es la estructura en torno a la cual montamos el festival», explica Rubén Scaramuzzino. «Este año no iba a ser menos, aunque nos encontramos ante la más modesta de todas las ediciones. El volumen de programación es menor pero mantiene su característico eclecticismo en cuanto a variedad sonora y geográfica.» Y en ese sentido, el director nos avanza que en noviembre tendrá lugar, por primera vez, un concierto dedicado a la música de las islas nórdicas, como las Feroe y las Aland (ya conoces nuestra admiración y debilidad por la delicadeza del pop que se hace en las Feroe).
A esto hay que añadir una exposición sobre música experimental finlandesa que acoge el Espacio Trapezio de Madrid hasta el 5 de noviembre. Pero Días Nórdicos es mucho más que música: «También tenemos una charla muy interesante en cuanto a temas de innovación impartida por Stiven Kerestegian, un especialista en temas de innovación en Dinamarca. Chileno de nacimiento, trabajó en Microsoft en Silicon Valley y fue director de innovación de Lego. Estamos muy contentos, es la primera actividad que hacemos en torno a esta temática, un eje claro para el futuro en DN porque todos los países nórdicos son punteros en este aspecto. Y hay que reflejarlo.»
«Días Nórdicos tenía que ser, más que un festival, una plataforma de intercambio cultural»
Precisamente el éxito laboral de este chileno en Dinamarca podría ser un buen reflejo de lo que significa Días Nórdicos, ya que no se trata simplemente de un festival de cultura boreal para el mundo hispanohablante. En mayo de 2017, por primera vez, Días Nórdicos ha realizado el viaje inverso, desde España y Latinoamérica al Báltico. «Fue la primera edición del evento en Dinamarca, con artistas argentinos, españoles y daneses que hicieron una residencia de cuatro días. La experiencia la llevaron al directo en el marco del Spot Festival de Aarhus.» El resultado fue, para los organizadores de Días Nórdicos, un sueño cumplido. «En realidad es algo que teníamos pensado hacer incluso antes de que Días Nórdicos comenzara en 2010. Días Nórdicos tenía que ser más que un festival, una plataforma de intercambio cultural, que tiene sentido cuando hay una ida y vuelta.»
Una mala noticia: este año no hay edición Latinoamericana del festival en noviembre. «Somos un equipo muy pequeño de gente y tantos años recorriendo tantos países se nos hacía un poco cuesta arriba. Decidimos parar este año para retomarlo en 2018, así que confirmamos que en noviembre de 2018 volveremos a América Latina.» Y no es el único compromiso, según Rubén Scaramuzzino: «Este año estamos inmersos en la creación de un magazine online al que estamos dedicando mucho tiempo y esfuerzo.»
Estaremos atentos…
Hemisferio Boreal 