El hielo del Ártico desaparece a una velocidad vertiginosa. El conocido pianista Ludovico Einaudi, a través de Greenpeace, ha realizado un concierto sin precedentes entre bloques helados e icebergs que se derrumban en Noruega para sensibilizarnos sobre la necesidad de proteger el corazón azul del planeta boreal. (Foto: Pedro Armestre/Greenpeace)
Una vez más, la música se convierte en vehículo para sensibilizar al mundo sobre los problemas de nuestro entorno. Anteriormente te hemos contado cómo artistas nórdicos han cantado por la libertad con letras censuradas por diferentes regímenes políticos del mundo, canciones para protestar por el drama de los refugiados a las puertas de Europa o temas con los que luchar contra el fanatismo de algunos grupos radicales islámicos. Ahora la situación se invierte: una gran estrella internacional de la música instrumental ha creado una melodía para alertar a la opinión pública de todo el planeta sobre un problema que tiene lugar en territorio nórdico.
El prestigioso pianista Ludovico Einaudi ha compuesto ‘Elegy for the Arctic’, una breve pieza instrumental inspirada en la naturaleza del Océano Glacial Ártico. El propio título de la canción refleja el sentido de la misma: una elegía es un canto para lamentar la muerte de alguien o de algo. Y en este caso, el compositor de origen italiano nos invita a que nos unamos a su lamento por la agonía del Ártico.
800.000 años de hielo ártico han desaparecido en tan solo 3 décadas
La elegía por el Ártico de Einaudi es el último golpe de efecto de una intensa y efectiva campaña creada por Greenpeace para proteger el tesoro natural que es el Océano Glacial Ártico; un tesoro que corre el peligro de desaparecer si las naciones que poseen aguas en esta zona (como por ejemplo Noruega, Islandia y Dinamarca) no toman medidas para protegerlo.
Se calcula que ya han desaparecido 3/4 partes del hielo ártico, una capa helada que llevaba 800.000 años en el planeta y que se ha perdido en tan solo 30. Ese deshielo masivo producido por el calentamiento global, ha hecho que se amplíe la zona oceánica susceptible de ser explotada industrialmente (pesca, prospecciones para la obtención de carburantes, transporte marítimo, actividades militares…). Y en este sentido, en 1998 se creó OSPAR, un convenio que vela por regular la actividad humana en el Atlántico Noreste y mantener vivos sus ecosistemas. Del tratado OSPAR forman parte 15 gobiernos de otros tantos países con opiniones muy dispares al respecto. Y parece ser que Noruega, Islandia y Dinamarca son proclives a explotar esa nueva parte que el agua ha ganado al hielo.
Para que esto no ocurra, Greenpeace ha lanzado la campaña ‘¡Salvemos el Ártico!’ a la que ya se han adherido más de 8 millones de personas en todo el mundo. Su objetivo último: conseguir que la ONU declare Santuario Ártico el epicentro del océano (en el que se encuentra el Pop Norte) y, en una primera instancia, que los países firmantes del OSPAR se comprometan a proteger la zona que a ellos les corresponde de ese Santuario, tan solo un 10% de la superficie, de un tamaño equivalente al Reino Unido. Puedes ver todos estos datos de forma más clara en el siguiente gráfico.
Tras recabar más de 8 millones de firmas, realizar acciones para concienciar a la ciudadanía y encuentros con empresarios, embajadores y mandatarios de los países implicados, Greenpeace ha dado un último golpe de efecto a la campaña para salvar el Ártico, y lo ha hecho a través de la cultura, y más concretamente, de la música.
Tras un largo viaje a bordo del Arctic Sunrise, Ludovico Einaudi desembarcó su piano y su ‘Elegía por el Ártico’ cerca de las islas noruegas Svalbard, ofreciendo una interpretación sin precedentes. Un lamento musical cuyo eco resonó entre las placas de hielo del océano, tan solo interrumpido por la fractura de los icebergs, cada vez más pequeños y más escasos, como puedes comprobar en el vídeo más arriba.
En Hemisferio Boreal, aportamos nuestro pequeño bloque de hielo cultural en forma de canciones nórdicas y bálticas inspiradas en el frío, en la nieve y en las eternas noches árticas. Puedes escucharlas y dejarte llevar por ellas aquí:
No nos imaginamos que algún día todo esto pueda llegar a desaparecer como consecuencia de la acción del hombre. Si quieres aportar tu firma para ayudar a salvar el Ártico, Greenpeace te lo pone muy fácil. Solo tienes que hacer clic en este enlace.