Un grupo de estudiantes estonios ha creado una revolucionaria biblioteca en la que se pueden escuchar los sonidos de los bosques; esos que tantas canciones han inspirado a los artistas de los países nórdicos y bálticos. Con música, árboles y pájaros, nos adentramos en una mágica senda sonora… (Foto: Tõnu Tunnel / artun.ee)
Según un reciente estudio de la revista Nature, Finlandia es el país del mundo con mayor densidad de árboles, con 72.644 por kilómetro cuadrado. Suecia y Estonia le siguen de cerca. Solamente el territorio sueco tiene 31.000 millones de ejemplares. 31.000 millones que nos hacen pensar en la importancia que los bosques tienen en los países boreales. Bosques en los que perderse, bosques que han dado lugar a una rica mitología repleta de mágicos seres y leyendas, bosques que han inspirado (y siguen haciéndolo) innumerables canciones pop, folk, indie, electro… Esta es su banda sonora, para que te sientas rodeado de la naturaleza nórdica estés donde estés:
En el Norte de Europa, la naturaleza es como un ciudadano más: tiene voz, es respetada (en muchos casos) y escuchada. Y en este sentido, un grupo de estudiantes de arquitectura en Estonia ha dado un nuevo paso para prestar más atención a lo que el medio ambiente tiene que contarnos.
Según el portal de noticias EstonianWorld, el director del departamento de arquitectura de interiores de la Academia Estonia de las Artes, instó a sus alumnos a que crearan proyectos para hacer una biblioteca en un bosque, ayudados por las ideas del semiólogo Valdur Mikita.
A la estudiante de 21 años Birgit Õigus se le ocurrió la idea de construir una biblioteca sonora. «A la instalación la he llamado Ruup. Su objetivo es concentrar los sonidos de fuera en el habitáculo que he creado». Y ese habitáculo consiste en una especie de eneágono gigante de madera de tres metros de diámetro que se abre hacia la naturaleza.
Colocados a una distancia determinada unos de otros y en una disposición concreta, el interior de esa especie de megáfonos recoge y amplía los sonidos de lo que sucede alrededor, en el bosque: hojas que se mueven con el viento, aves que se posan en las ramas o que construyen sus nidos… «El bosque cuenta con una cantidad ingente de ‘audio-books’ que se renuevan constantemente. Un lugar en el que relajarse y huir de la rutina».
Birgit y 8 de sus compañeros construyeron las estructuras durante el verano. Al comienzo del otoño las transportaron hasta el condado de Võru, cerca de la frontera con Letonia, y las colocaron estratégicamente en el bosque del Centro para la Naturaleza de Pähni.
Para el semiólogo Valdur Mikita, este diseño ayuda a potenciar la riqueza de los sonidos que ofrecen los bosques, y también los silencios, y es un claro reflejo de la estrecha relación que siempre ha existido entre la naturaleza y la cultura en Estonia.
Gracias al proyecto Ruup, ahora es posible escuchar la inmensa biblioteca de libros sonoros disponibles en la naturaleza de Estonia, pero también sentarse a leer cualquier novela en formato tradicional en medio del bosque e incluso interpretar música mezclada con sonidos ambientales.
Si quieres leer más curiosidades relacionadas con la naturaleza estonia, puedes leer la increíble historia del viejo roble de Orissaare.
Increible, iniciativas así son las que nos despiertan de la rutina y nos acercan al nuestro lado más natural y real. ¡Gracias por hacerlo visible!
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