Si tuviéramos que describir a la Embajadora de Suecia en España con una palabra emplearíamos «cercana» y «amable». Vale, dos, pero es que resulta inevitable juntar ambos calificativos después de haber conversado con ella una tarde en su despacho. Con motivo de la Capitalidad Cultural Europea de 2014 en Umeå, al Norte de Suecia, queremos saber de primera mano cómo se vive la cultura en el país escandinavo que ella representa.
Natural de Kungsbacka, una pequeña población situada al suroeste de Suecia, Cecilia Julin ha recorrido el mundo representando a su país. En 1984 comenzó la carrera diplomática, y desde entonces ha trabajado en Perú, Israel, Estados Unidos, Eslovaquia y Andorra, hasta 2011, año en el que es nombrada embajadora en España. Nos recibe en su despacho de Madrid, un espacio diseñado al más puro estilo sueco. Le preguntamos por Umeå 2014 y lo primero que nos responde es que es un honor compartir capitalidad cultural con Riga, en Letonia, «demuestra que la colaboración entre las ciudades del entorno del Mar Báltico es estrecha». Bien, pero ¿supone un reflejo del resto del país lo que está sucediendo en Umeå este 2014? Cecilia Julin no duda en afirmar que «los suecos estamos muy orgullosos de nuestra herencia cultural, de nuestros pintores, músicos y autores. El propio Gobierno ha manifestado que la cultura debe ser dinámica y desafiante, teniendo la libertad de expresión como base».
Mucho se ha hablado en los últimos años del «modelo nórdico» de industria cultural rentable («industria» y «cultural» en España no forman un sintagma que las instituciones suelan tener en cuenta). «Pensamos que la cultura es creatividad e innovación, y también algo importante para el crecimiento económico». Y precisamente esto es algo que caracteriza a los suecos, más allá de los tópicos del diseño de muebles y los grupos de música pop. «Tal vez no se conoce que en Suecia tenemos una larga tradición en cuanto a innovar. Somos un pueblo curioso ya desde los vikingos, que querían salir para encontrar mercados nuevos». Nos recuerda que suecos son inventos ya universales como la cremallera o el cinturón de seguridad, y más actualmente la plataforma Spotify o Skype. «Y también somos la nación de origen de Alfred Nobel».

Queda claro que ese concepto de la cultura dista mucho del que tenemos en España o en los países hispanos, pero además nos diferencia la forma de trabajar en un sentido amplio del término: «los suecos somos mucho menos jerárquicos, algo que tal vez genere un clima más libre y creativo a la hora de plantear soluciones». Sin embargo, a pesar de la Historia y la Geografía, españoles y suecos compartimos más de lo que pensamos. Como muestra, un botón: a principios del siglo XX «el pintor sueco Anders Zorn fue muy amigo de un español, Joaquín Sorolla. Cuando uno ve sus obras se da cuenta de que son muy parecidas, uno ha influido al otro en cuanto a la manera de ver los paisajes, el agua o los retratos».
Cuando ya nos levantamos para despedirnos, después de la entrevista se nos ocurre pedirle a la embajadora Cecilia Julin que nos recomiende una canción de su país y no lo duda ni un instante: «ahora mismo mi grupo favorito es Mando Diao, que últimamente se está decantando a su manera por la música folk sueca. Hay una canción que se llama «Strövtag i Hembygden» («Excursiones en mi tierra natal»), no puedo parar de escucharla cada día».
Agradecemos profundamente a Cecilia Julin su disposición para esta entrevista. Su recomendación musical puedes escucharla en la segunda parte del último ‘Hemisferio Boreal’ hasta el momento: