Frecuentemente eclipsado por el brillo y el éxito internacional de sus vecinos nórdicos, el panorama del pop en Estonia es uno de los más pujantes del mundo, con cientos de grupos y cantantes innovando en áreas como el jazz, el funk o el folk. Desde 2009, la Tallinn Music Week, cuya sexta edición se ha celebrado el último fin de semana de marzo, sirve de altavoz para todos estos artistas (no solo estonios, sino bálticos en general). A darte a conocer alguno de ellos dedicamos nuestro pequeño y humilde espacio boreal.
Promover el mercado musical báltico más allá de sus fronteras naturales. Esta es la principal meta que se marcó la organización de la Tallinn Music Week a partir de su nacimiento en 2009. Después de seis ediciones, está claro que lo han conseguido. Eso, y mucho más. Durante tres días en marzo, la capital de Estonia se llena de escenarios en los que actúan cientos de grupos de las tres repúblicas bálticas, y otros de cerca de una veintena de países. Paralelamente, el festival acoge un ciclo de conferencias en el que expertos de renombre tratan de ofrecer nuevas formas para el desarrollo de la industria musical. Por todo eso, y porque no ha parado de crecer su popularidad, hemos dedicado uno de nuestros programas de radio especiales a la Tallinn Music Week, y lo puedes escuchar aquí:
La cifra de grupos de música participantes en el evento se acerca, cada año más, a los dos centenares. Sería imposible dedicar un reportaje a todos, así que a lo largo de las próximas líneas nos centraremos en un puñado de ellos, pertenecientes a la creciente esfera del pop en Estonia.
Es el caso de Vaiko Eplik, uno de los grandes (y más prolíficos) genios del pop/rock de Estonia en la última década. Se dio a conocer como cantante del grupo Ruffus, que llegó a representar a su país en Eurovisión 2003, pero ha formado parte de muchas otras bandas y proyectos. La última de ellas, con la que ha participado en la TMW 2014, se llama Eliit. Productor, compositor y vocalista, Vaiko Eplik explora los límites del pop añadiendo a su sonido toques de la música de los 60, 70 y 80. Además, publica sus canciones bajo su propio sello discográfico, con la idea (palabras textuales suyas) de que «la música casera no tiene rival». Su último disco hasta la fecha se llama «Nõgesed«.
Posiblemente su presencia en la TMW pueda ayudar a Vaiko Eplik a lanzarse al mercado musical fuera de Estonia. En otros casos, como el de Curly Strings, el evento ha servido para afianzar a la banda como brillante nueva promesa. Se trata de un cuarteto de amigos músicos que ya llevaban tiempo tocando juntos y que han decidido unirse y formar el grupo de sus sueños, ese en el que todo es posible con los mínimos instrumentos, sin sintetizadores, teclados o sonidos electrónicos. Curly Strings crea su universo musical folk únicamente con voces, guitarra, violín, contrabajo y mandolina; un universo repleto de canciones positivas que suenan a himno.
La carrera musical de Elina Born acaba de empezar, así que no puede ocuparnos muchas líneas en este reportaje. Sin embargo, tiene en sus manos uno de los futuros más prometedores en el ámbito del pop comercial. Saltó a la fama en 2012 al ser finalista de ‘Eesti otsib superstaari’, la versión estonia del conocido talent show televisivo americano ‘Idol’. Desde entonces solo ha publicado dos singles, «Enough» y «Miss Calculation«, pero la frescura y el éxito de ambos en las listas y radios nacionales, prevé que su primer disco, cuyo lanzamiento es inmininente, dé mucho que hablar entre la crítica y el público estonio.
Del mismo formato de televisión salió Marten Kuningas, pero tres años antes. Desde entonces, este joven cantante y compositor ha dejado con la boca abierta a la opinión pública de su país. Aquí cabe hacer un pequeño paréntesis para aclarar que los talent show (como ‘The Voice’, ‘Idol’ o ‘Star Factory’) tienen poco en común con sus versiones en España, sobretodo en cuanto a la carrera posterior de los concursantes, que no se ciñe a la música puramente comercial. Muchos de ellos emprenden, tras su paso por los programas, caminos que los llevan a experimentar con el rock, el folk o los sonidos electrónicos. Es el caso de Marten Kuningas. Su álbum de debut, ‘Janu‘ (‘Sediento’), publicado en verano de 2013, fue considerado uno de los más exquisitos del año en Estonia. Las mejores armas de este artista: su voz, que alcanza registros que van desde el susurro a los agudos más difíciles resultando igualmente efectivos, y su estilo musical, del pop francés de los 60 al jazz más actual.
«Su sonido combina la tradición más establecida con texturas contemporáneas y la libertad que otorga la improvisación». Así se define Paabel, un quinteto que hace folk-fusión y que, tras tres discos en el mercado, ya ha tocado en países como Hungría o Estados Unidos. Dicen que su éxito radica en crear la música que a ellos mismos les gustaría escuchar. Ahí reside su autenticidad. Y su punto fuerte no es el estudio sino el directo, donde dan rienda suelta a las ideas más locas que se les ocurren con su guitarra eléctrica, su contrabajo, su gaita, sus acústicas y, cómo no, sus voces.
Esto es un mínimo ejemplo, una selección de todo lo que ofrece la escena musical hoy en día en Estonia. No hemos escrito sobre el potente movimiento de música electrónica, el hip hop o el increíble universo de la experimentación sonora, a la vanguardia de toda Europa. Algo puedes escuchar en nuestro programa (haz clic aquí y así no tienes que subir con el ratón al reproductor que hemos dispuesto más arriba) y ten por seguro que te lo seguiremos dando a conocer en futuros artículos y reportajes.
Hemisferio Boreal 
Interesante.!, sonidos del frio norte… : )
Me gustaMe gusta