La solución a la piratería online se encuentra en Noruega

El de la descarga ilegal de contenidos a través de internet ha sido el gran problema de la industria cultural de todo el mundo en la última década. Sin embargo, queda lugar para la esperanza: un reciente estudio señala que en Noruega solo el 4 % de la población joven hace uso de la piratería. En 2009 la cifra era del 20 %. Y los números lo reflejan también en las ventas. ¿La conclusión? Internet no es el problema, sino la solución. (Foto: Colourbox) 

Empezaremos este artículo advirtiendo de que las cifras que a continuación se desgranan no hablan de verdades absolutas, pero sí de una tendencia que, después de los últimos años, se ha convertido en un hecho: la solución para evitar la piratería no solo pasa por la penalización. El portal especializado Music Bussiness Worldwide se ha hecho eco de las cifras de venta de música en Noruega durante 2014. El mercado se estancó en los últimos 12 meses tras dos años de subidas por una razón muy clara: la caída estrepitosa de la venta de álbumes en formato físico, como demuestra el siguiente gráfico.

En la infografía, con datos refutados por la filial noruega de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, se ve cómo la cifra de 601 millones de coronas de 2014 (casi 70 millones de euros) es algo inferior a la de 603 del año anterior. Sin embargo, llama poderosamente la atención el incremento de la barra verde, la que marca la venta de música a través de streaming, que ha pasado de 89 millones de coronas noruegas en 2009 a 515 en 2014. Esto quiere decir que el 75 % del mercado musical en el país escandinavo depende ya de lo que los usuarios pagan a través de plataformas de streaming como Spotify o WiMP.

En el lado contrario, la venta física de álbumes, singles o deuvedés cae por debajo de los 100 millones de coronas, la cifra más baja en Noruega desde que se creó el registro nacional de IFPI… ¡En 1977! Estos resultados se han publicado de forma paralela a una encuesta amparada por la misma institución en el país y realizada a menores de 30 años. A la pregunta «¿Descargas contenidos ilegalmente?» respondieron de forma negativa el 96 % de los encuestados. 

Como vemos en la gráfica, el dato es relevante porque en 2009 a la misma pregunta contestaron que sí descargaban contenidos de manera ilegal el 80 % del total: el cambio en la actitud a la hora de comprar cultura a través de la red ha sido radical en 5 años.

¿Cuál ha sido la solución noruega?

La web Music Bussiness Worldwide recoge la opinión de Marte Thorsby, responsable de IFPI en el país escandinavo: «Ahora ofrecemos servicios mejores y más cercanos que las plataformas ilegales de descarga», refiriéndose a los sistemas de streaming como Spotify o WiMP, este último desconocido en lugares como España. «Hemos trabajado por introducir una forma más sana económicamente en la industria musical noruega. Y a la vez no debemos olvidar que la fórmula del streaming aún está en pañales y que en los próximos años es posible que veamos cambios sustanciales en este sentido».

La comparación con España

Mientras el mercado musical noruego goza de buena salud tras unos años más que tempestuosos de crisis económica, ¿qué sucede en otros países? Pongamos el caso de España:

Aunque aún no contamos con datos de 2014, la gráfica muestra el imparable descalabro de ventas de música en la última década (en millones de euros), concretamente un 81 % desde 2002. En comparación con Noruega, llama la atención cómo los ingresos por venta digital no superan el 45 % del total, frente al 75 % noruego de 2014. Además, la cifra total de ventas en el mercado musical español, en un país de casi 50 millones de habitantes, es de 119 millones de euros, mientras que en Noruega, con una población 10 veces menor, supone 70 millones de euros: en los países boreales la cultura es una industria que genera desarrollo económico.

Hemos hablado de la música pero, ¿se puede extrapolar la fórmula noruega a otras manifestaciones culturales como los libros o el teatro?